Los arándanos como estrategia para mejorar la respuesta inmunológica

Un sistema inmunológico sano puede ayudar a los diferentes integrantes de la familia a protegerse de una variedad de infecciones y enfermedades, desde las leves y fáciles de resolver como gripas, hasta las más complicadas y severas, incluyendo las de las vías urinarias, el aparato digestivo y el respiratorio. Desde siempre la humanidad ha tenido la tarea de combatir y prevenir las enfermedades infecciosas, y aunque hoy contamos con más estrategias, ésta es una tarea aún no resuelta que angustia a las familias.

Actualmente, en el consumo habitual de arándanos y sus productos (incluidas la fruta deshidratada, los jugos, mezclas de jugo y las muy ricas jaleas como complemento de platillos salados y dulces) contamos con una nueva herramienta para la prevención y el control de las enfermedades infecciosas. Por ejemplo, la Universidad de Michigan Health System reconoce ya al jugo de arándano como un vehículo de la medicina alternativa para aliviar los síntomas y ayudar a prevenir las infecciones recurrentes del tracto urinario, de las infecciones de la boca y de otros sistemas y aparatos del cuerpo, como el estómago.

Las cualidades de los arándanos y sus productos que ayudan a mejorar el sistema inmunológico parecen deberse a tres condiciones simultáneas en dichos frutos, que los hacen muy particulares: la presencia de vitamina C, la gran concentración de sustancias antioxidantes y fitoquímicos protectores, y la acidez natural de estos frutos. A continuación proporcionamos una explicación más detallada.

Los antioxidantes

El jugo de arándano es un alimento con poderosas cualidades antioxidantes pues es denso y concentrado en antocianinas, flavonoides y poli fenoles, todos grupos de sustancias con elevada capacidad antioxidante. Los antioxidantes, en particular los de la familia de las antocianinas, ayudan a evitar que las bacterias se adhieran a los tejidos del cuerpo pues modifican su forma natural. Además nos ayudan a mantener membranas más húmedas y fluidas, más flexibles y resistentes al ataque de microorganismos pues se encuentran protegidas de los efectos nocivos de los agentes radicales libres presentes en el ambiente y producidos en el propio organismo, lo que puede hacer que el organismo sea menos susceptible a las infecciones y ayudar a combatir las enfermedades infecciosas desde su origen. El jugo de arándano también ayuda a eliminar las bacterias de nuestro cuerpo. La Universidad de Michigan indica que, en un ensayo doble ciego, las mujeres de edad avanzada que consumen 10 oz ( cerca de dos vasos) de jugo de arándano de manera habitual, han experimentado una disminución en la concentración de colonias de bacterias en la orina. La misma Universidad de Michigan Health System también ha publicado estudios con mujeres de edades entre 18 y 45 años con una historia de infecciones recurrentes del tracto urinario, que se redujeron significativamente al tomar pastillas con 400mg de concentrado de arándano todos los días.

 La vitamina C

La vitamina C, como sustancia, es ampliamente reconocida por su capacidad de fortalecer el sistema inmunológico. Y es que, además de que ayuda a fabricar membranas y tejidos de protección, es la encargada de promover una correcta cicatrización y de fortalecer la piel y otras membranas a través de la síntesis de colágeno. De acuerdo a investigaciones recientes, los arándanos tienen un alto contenido de vitamina C cuando se consumen frescos y aunque en productos deshidratados y jugos industrializados la concentración es un poco menor, aun así esta vitamina está presente y puede generar sinergias con los antioxidantes que fortalezcan la respuesta inmunológica y mejoren la capacidad de protección de las membranas de las personas que consumen productos de arándano de manera habitual.

Acidez

Tanto los arándanos como los jugos de arándano son alimentos ácidos y es bien sabido que una de las propiedades de los alimentos ácidos es que ayudan a prevenir que las infecciones se propaguen y se alojen con facilidad; esto debido a que la mayoría de las bacterias patógenas no se desarrollan bien en un pH por debajo de 5.5, y el del arándano es más cercano a 3, mucho más ácido. Así, el jugo de arándano y otros productos de arándano, consumidos habitualmente, pueden hacer que sea más difícil para los agentes infecciosos propagarse y desarrollarse en todo el cuerpo, lo que es especialmente cierto a nivel del sistema urinario excretor, de la boca y del estómago, tejidos todos en los que se ha demostrado la acción antiadherente y el beneficio en el consumo habitual de productos de arándano en el control y prevención de las enfermedades infecciosas debido a que un pH ácido convierte las mucosas en un ambiente hostil, un entorno en el que las bacterias no durarán mucho tiempo. Beber habitualmente jugo de arándano también puede ayudar a eliminar las bacterias no deseadas de los riñones y la vejiga.

Dosis recomendada

La Universidad de Michigan Health System recomienda el consumo de 4 a 10 onzas (cerca de dos vasos como máximo) de jugo de arándano o concentrado de arándano para ayudar a prevenir y combatir las infecciones del tracto urinario y prevenir las infecciones de cualquier órgano del sistema urinario, incluyendo la vejiga, los riñones, los uréteres y la uretra. Y es que los beneficios del arándano son efectivos sólo si el consumo es habitual y si los niveles de antioxidantes en sangre se mantienen constantes y elevados por arriba de la línea basal o de los niveles mínimos. Por supuesto, otros productos de arándano, como las frutas deshidratadas, consumidas diariamente en ensaladas, con yogurt o simplemente a puñitos, son una opción muy interesante para quienes desean los beneficios del arándano en la prevención de enfermedades infecciosas.