Proyecto de Presupuesto 2020: En busca de la Plena Conectividad

    Ernesto Piedras | Samuel Bautista
Conforme a la información más reciente, la mitad de la
población cuenta ya con acceso a conectividad. Sin embargo, su ritmo
de crecimiento se ha desacelerado y, en consecuencia, aleja en el
tiempo la factibilidad de alcanzar esa conectividad plena. Esto hace
mas clara la necesidad de la suma de esfuerzos y de recursos públicos y privados, para alcanzar el cumplimiento del mandato constitucional.

Sabemos que el presupuesto gubernamental, más allá de ser un simple asiento contable, constituye un instrumento para la promoción del
crecimiento económico, del desarrollo, de la equidad y de la inclusión
social.

Su instrumentación efectiva requiere de la identificación de sus
niveles óptimos, así como de las acciones, instituciones y marco legal
para alcanzar esos fines.

Más aún si esta asignación de recursos detona la ejecución de políticas públicas ordenadas en nuestra Constitución, como lo es la consecución de la conectividad de la sociedad.
 
Paquete Económico 2020: Balance Primario Superavitario

Al inicio de septiembre, el poder Ejecutivo envió al Legislativo el
Paquete Económico correspondiente al año 2020 en el que se incluye,
entre otros documentos, el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la
Federación (PPEF) que habrá de ser sujeto de ajustes en las posteriores discusiones que deriven de aquí hasta su aprobación.

En un contexto de desaceleración e incluso de una virtual recesión
económica mundial, de compleja geopolítica internacional, de
relajamiento de la política monetaria de diversos países y precios bajos del petróleo, el Ejecutivo estimó un gasto gubernamental equivalente a $6.1 billones de pesos, que equivale a 8% del PIB de 2018.

Al igual que para 2019, el balance presupuestario primario previsto
para 2020 será superavitario (0.7% del PIB).
 
PPEF 2020: Las Asignaciones Propuestas

En lo que toca a las partidas y asignaciones para la ejecución de las
políticas públicas de conectividad se proyecta una expansión de 30.7% en términos reales, relativa a la presupuestada para las instituciones y programas sectoriales en 2019.[1]

Un factor detrás de ello es la creación reciente de CFE
Telecomunicaciones e Internet para Todos (CFE Telecom), empresa
subsidiara de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) que buscará
dotar de servicios de telecomunicaciones sin fines de lucro a usuarios
finales que no cuenten con una oferta comercial, y, de manera
gratuita, en espacios públicos. De acuerdo con el PPEF, para el
cumplimiento de este cometido se planea destinar a la empresa $1,095 millones de pesos (mdp), de los cuales 91% corresponde a gasto en
inversión a través de un programa de adquisiciones y el restante (9%)
será erogado en gasto corriente.

Por su parte, la Subsecretaría de Comunicaciones recibiría $80 mdp, mientras que a Telecomunicaciones de México (Telecomm) y al Órgano Promotor de Inversiones en Telecomunicaciones (PROMTEL), se les asiganarían $550 y $169 mdp, respectivamente.

A su vez, la Coordinación de la Sociedad de la Información y el Conocimiento (CSIC) y la creación de política de telecomunicaciones de los
Centros SCT contarían con $483 mdp. y $84 mdp. respectivamente,
mientras que la Dirección General de Política de Telecomunicaciones y de Radiodifusión, $103 mdp. De concretarse esta asignación en los
términos propuestos, la Subsecretaría es la que mayor recorte sufriría, a saber, 33.2% menos recursos en términos reales en relación con el
presupuesto aprobado para 2019. Sin embargo, Telecomm recibiría un incremento real de 70.8% en el mismo comparativo.

La Coordinación de la Estrategia Digital Nacional, dependencia de la Oficina de la Presidencia, recibiría $12 mdp, mientras que la
Coordinación @prende.mx, encargada de la implementación
Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en los procesos educativos y que se encuentra adscrita a la Secretaría de Educación
Pública (SEP), contaría con $42 mdp. En términos reales, la primera
instancia recibiría 29.9% menos recursos y la segunda, 2.8% menos.

En cuanto a los programas gubernamentales enfocados en el acceso y pleno aprovechamiento de las TIC, se le asignaría $175 millones de
pesos a PROSOFT, que otorga apoyos para el desarrollo de software y
servicios de tecnología, lo cual se traduce en un desplome de -52.3% en términos reales, en relación con el PEF de 2019.

Por su lado, “Internet para Todos”, que brinda conectividad en
espacios públicos recibiría $467 mdp., es decir, 28.0% menos en
términos reales.

Al englobar todos estas partidas con aquella del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) que asciende a $1,730 mdp. (10.3% mayor
que en 2019 en términos reales), se obtiene un total de $4.5 mil
millones de pesos que se destinarían al sector TIC, lo cual apenas
equivale a 0.1% del presupuesto total a erogar en 2020.

Un sector con fuertes necesidades de capitalización para el
desarrollo de la cobertura y mejora en la provisión de servicios y
marcados efectos multiplicadores asociados al despliegue de
infraestructura y al impulso de la productividad, requiere de un
presupuesto público también preminente y suficiente.

 
Recursos para Dotar de “Internet para Todos”: ¿Son Suficientes?

Cabe aquí revisar si estas asignaciones propuestas resultan
suficientes para continuar en la trayectoria y, eventualmente alcanzar, el escenario de conectividad universal y pleno aprovechamiento de ç
sus herramientas y aplicaciones.

El tema luce claro al revisar si 0.1% de inversión gubernamental es
suficiente, a la vez que se plantea la conveniencia de diversificar el
número de programas y proyectos que estimulen el crecimiento de las redes de telecomunicaciones y el aprovechamiento de las TI.

Efectivamente, un país que dedica esfuerzos y desea transitar
oportuna y eficazmente hacia una sociedad plenamente digital
requiere de un consistente y suficiente presupuesto digital.
 
Impuestos a Servicios Digitales para la Equidad Fiscal, la
Competitividad y la Conectividad

La oferta de plataformas y vías de acceso a contenidos audiovisuales se expande de manera acelerada y resulta en una creciente
competencia por atracción y captura de audiencias. Llama la atención
la continua multiplicación en el número de oferentes y la participación de mercado que alcanzan aquellas plataformas digitales de contenidos por Internet, denominadas ‘Over The Top’ (OTT por sus siglas en
inglés), mayoritariamente aquellas provenientes del extranjero.

La creciente competencia por atracción y captura de audiencias se
ha traducido en que la contratación de plataformas OTT entre los hogares pasó de 1.6% del total en 2011 a 24.8% en 2018.
Son precisamente los jugadores del extranjero los que se han
beneficiado de un marco fiscal y regulatorio que aún no contempla su operación.

Su operación en México y en el resto del mundo aún no ha adecuado sus obligaciones tributarias (i.e. escalera fiscal) y normativas con las
del resto de sus competidores nacionales. Por lo que estamos en
presencia de un escenario de competencia desleal e inequitativa para
nuestros productores y empresas de contenidos nacionales,
circunstancia que, entre muchos otros efectos, menoscaba el desarrollo
de la industria mexicana.

En nuestro país y en línea con las experiencias y recomendaciones
internacionales que buscan y apuntan a la gestación de un balance
competitivo entre jugadores de contenidos, se han promovido recientes iniciativas parlamentarias y de la Secretaría de Hacienda y Crédito
Público (SHCP) que pretenden dejar atrás el escenario de vacío legal y
laxitud normativa para alcanzar una equidad competitiva en el
mercado de contenidos audiovisuales. Ello a partir, no de la creación de impuestos especiales o nuevos gravámenes, sino de la simple aplicación
del IVA a plataformas y servicios digitales extranjeros.

Este hecho implicaría una recuperación de recursos del erario
público de $3,600 millones de pesos al año, que podría destinarse a
programas para la conectividad universal. Al respecto, este monto
equivaldría a casi seis veces lo asignado al Programa Prioritario
“Internet para Todos” en 2019.

Es momento de que dejemos el retraso fiscal para el mundo digital
de 7 años y nuestro país se sume a la lista de naciones que han
dedicado esfuerzos para encontrar un balance competitivo para la
innovación, incentivos a la inversión y desarrollo de la industria
nacional de contenidos audiovisuales.

Otro caso de equidad fiscal, para la equidad competitiva e incluso
para la conectividad.