Ernesto Piedras
Con motivo de la reciente emisión de la Encuesta Nacional sobre
Disponibilidad y Uso de TIC en Hogares (ENDUTIH) 2018, brújula del
dimensionamiento de la conectividad en México, amerita analizar los resultados
obtenidos sobre el acceso y uso de internet de los mexicanos al tenor de la
noción de “los dos Méxicos”.
Este término refiere al contraste de la población moderna, industrializada y
urbana, beneficiaria de grandes obras de infraestructura, con aquel segmento
poblacional marginado y carente de los múltiples beneficios que conlleva la
modernidad.
Los resultados de la ENDUTIH revela la persistencia de dos Méxicos en términos
de conectividad. Al respecto, las métricas de la encuesta indican que la brecha
de acceso a internet entre entidades federativas y regiones no ha disminuido
significativamente.
La proporción de hogares con conectividad en áreas urbanas y rurales es de
71.3% y 40.6% respectivamente. Ello representa un aumento anual de un punto
porcentual en la brecha entre estos ámbitos, tal que el acceso a internet
aumentó más que proporcionalmente en las ciudades que en las zonas rurales.
Por su parte, mientras que en Baja California Sur (74.4%), Quintana Roo (74.2%)
y la Ciudad de México (72.3%) la penetración de internet supera una razón de
70% en hogares, en contraste, en Tlaxcala (34.2%), Oaxaca (29.5%) y Chiapas
(24.6%) escasamente alcanza una tercera parte de estos.
No sólo se encuentran brechas entre estados, sino también al interior de estos.
Por ejemplo, en la capital de Zacatecas se registra una penetración de 76%,
mientras que en el resto del estado es de 41%. A su vez en la capital de Oaxaca
encontramos niveles de 63%, mientras que en el resto del estado la penetración
es de 29.5%, como se refirió anteriormente.
Sin embargo, estas métricas no deben ser justipreciadas por sí solas, la
conectividad y la materialización de sus beneficios requieren de condiciones
adicionales al acceso para que el uso de internet se traduzca en beneficios
concretos para la vida cotidiana de las personas. Por lo tanto, es menester
analizar los diferentes usos del internet para poner en evidencia los retos
estructurales y áreas de oportunidad para lograr que cada mexicano acceda de
manera efectiva y tangible a los beneficios del uso de servicios y plataformas
digitales.
Al respecto, sólo 19.7% de los internautas han ordenado o comprado productos
vía internet y 15.4% han realizado operaciones bancarias. Ello apunta a que
existen otros factores que inciden en estas razones como el acceso al crédito y
el desarrollo financiero. Es por ello importante, la creación de proyectos
multidimensionales que se fundamenten en el uso de la tecnología, que
incentiven la incorporación de internet en actividades que se traduzca
consecuentemente, en la inclusión y acceso a los beneficios de internet para
todos los mexicanos.
Los resultados previos sugieren que con la llegada de nuevas tecnologías como
la red 5G, nuevos dispositivos y el incesante desarrollo tecnológico, así como
el creciente progreso del internet de las cosas en términos de acceso y
asequibilidad, tendremos a una parte de la población que estará hiperconectada
y se verá beneficiada por estas condiciones. Mientras que el ‘otro’ México se
verá rezagado en múltiples dimensiones tecnológicas, esto no sólo implica la
creación de una nueva brecha digital, sino también un aumento potencial de la
desigualdad socioeconómica del país.
Por lo tanto, es importante generar igualdad de oportunidades digitales y
encaminar esfuerzos para disminuir estas brechas, pero no sólo en términos de
disponibilidad y acceso, puesto que lo relevante es que cada una de estas
conexiones sea efectiva, con un aprovechamiento al máximo los beneficios de
internet que realmente deriven en mayores niveles de bienestar para todos los
mexicanos.