Ciudades pagarán más de 300 billones de dólares después de sufrir un desastre natural

 Para 2030, tras dicha inversión, más de 77 millones de habitantes alrededor del mundo se verán orillados a experimentar pobreza.

 La economía circular es clave para fortalecer la resiliencia de las ciudades ante un evento inesperado mediante el consumo eficiente y revalorización de recursos naturales.

De acuerdo con el Banco Mundial, 55% de la población global habita áreas urbanizadas, es decir, ciudades, las cuales contribuyen con el 80% del PIB (Producto Interno Bruto) mundial. La globalización, la urbanización desmedida y el cambio climático han propiciado retos y amenazas que atacan a las urbes en la actualidad, tales como inundaciones, huracanes, desastres tecnológicos, epidemias, terrorismo, migración y estrés crónico, por mencionar algunos.

Ejemplo de ello es la situación por la que pasa México tras los sismos sucedidos en septiembre que como consecuencia trajeron pérdidas humanas, inmuebles y vialidades colapsadas, así como un gran número de personas en necesidad. Tan sólo en la Ciudad de México alrededor de cuatro mil inmuebles sufrieron daños de acuerdo con reportes de Protección Civil.

Para 2030 los desastres naturales, así como otro tipo de eventualidades costarán a las ciudades 314 billones de dólares. Tan sólo el calentamiento global podrá orillar a más de 77 millones de habitantes a la pobreza1, por ello la tendencia es reforzar la resiliencia para garantizar la protección de las personas, bienes económicos, sociales, ambientales y culturales.

“Este acercamiento permite a las metrópolis reducir riesgos al contar con un plan de contingencia que las prepara para mitigar daños, además de tener una recuperación más rápida con un impacto económico menor, ventaja que resulta en ciudades más competitivas y atractivas para sus habitantes”, señala Laurent Auguste, vicepresidente ejecutivo senior de Innovación y Mercados de Veolia.

Veolia, líder en soluciones ambientales, forma parte de la iniciativa 100 ciudades resilientes (100RC), lanzada en 2013 por la Fundación Rockefeller, cuyo objetivo es apoyar a aquellas que enfrentan este tipo de adversidades. A través de la promoción de soluciones en manos de especialistas en el manejo de agua, residuos y energía, dicha compañía, en conjunto con otros aliados locales, identifica las infraestructuras esenciales y con mayor vulnerabilidad para implementar estrategias resilientes, para así transformar los retos en oportunidades que mejoren el desarrollo social y económico en sintonía con el medio ambiente.

Dado que este concepto está ligado con la sustentabilidad, el modelo de economía circular es clave para reforzar la capacidad de recuperación ante un evento inesperado mediante la reducción del consumo de energía aunado a la revalorización de los recursos, debido a su reorganización y manejo eficiente.

“Con base en el desarrollo de formas innovadoras para crear accesos, preservar y recargar los recursos naturales orientados a responder a necesidades emergentes, estamos enfocados a brindar las herramientas que ayuden a las ciudades a potenciar su resiliencia. Esto a partir de comprender su vulnerabilidad para después impulsar su ecosistema y en consecuencia, favorecer su contexto social y económico”, añade Auguste.

Un ejemplo de ello es el Fondo de Agua, un mecanismo de impacto colectivo enfocado a generar resultados para el balance del acuífero y la seguridad hídrica de áreas metropolitanas a través de la inversión en infraestructura natural a mediano y largo plazo. Mediante una plataforma de gobernanza entre los sectores público, privado, social y académico se trabaja en un plan estratégico y de financiamiento que involucra fondos gubernamentales, privados, corporativos e individuales, así como el esquema de necesidades, revisión de riesgos, tiempos de acción, personal requerido y un plan de conservación de los servicios ecosistémicos para cumplir el objetivo.

Como resultado de la labor conjunta entre Veolia, Danone, The Nature Conservancy y Livelihoods, en México se está avanzando con el posible Fondo de Agua del país, en Aguascalientes, cuyo objetivo es tratar de contrarrestar la sobreexplotación de este elemento en el estado, al momento, el proyecto ya pasó de la fase de factibilidad a la de diseño. En el marco de la reunión del Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible, se revisaron los avances de la iniciativa en un marco colectivo y se invitó a que más empresas y organizaciones se sumen.

De esta forma, mediante el trabajo conjunto entre el sector público, el privado y la ciudadanía, las urbes pueden tomar un rol más activo ante el cambio climático, elaborar planes de prevención contra catástrofes y diversas crisis, reforzar la resistencia de sus infraestructuras básicas y acelerar la recuperación económica después de un suceso dramático. “Al economizar y proteger los recursos naturales a través de un consumo racional con menor deterioro, podremos garantizar su disponibilidad en el futuro”, concluye el vicepresidente.