¿Activarte sin hacer ejercicio formal, es posible?

Hoy en día vivimos bajo un ritmo sedentario en el que la mayor parte del día la pasamos encerrados en una oficina, sentados en una silla frente a un escritorio. Son pocos los momentos, o nulos en algunos casos, que se cuentan para realizar una actividad física. El único movimiento que logramos es al pararnos a tomar agua o ir al baño.

Si a eso le sumamos que muchos oficinistas utilizan auto para ir a sus trabajos, el problema del sedentarismo se hace más grande. De esta forma se abre la puerta a un sinfín de enfermedades como las cardiovasculares, o daños físicos graves como la hipertensión y la obesidad, con todas las consecuencias que esto implica. Además, se fomenta el aumento de peso, provoca flacidez muscular y celulitis.

Para combatir el sedentarismo se deben buscar formas de activar nuestro cuerpo para quemar calorías y contribuir a una vida saludable. No solo se trata de cuidar nuestra alimentación para mantener o mejorar nuestra salud.

Los beneficios del ejercicio

Hacer ejercicio trae a nuestro cuerpo una gran variedad de beneficios: ayuda a mantener las articulaciones lubricadas, mejora la respiración, fortalece los músculos y ayuda a tener mejor resistencia para todas las actividades de la vida cotidiana.

Pero no solo es eso, además de todo, mejora el aspecto físico disminuyendo el porcentaje de grasa y aumentando el porcentaje de masa muscular. Se estima que el 6% de las personas que fallecen en todo el mundo lo hacen a causa de una vida sedentaria.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda hacer ejercicio durante 150 minutos a la semana, lo que serían aproximadamente 21 minutos al día. Se trata de una sugerencia básica y en un lineamiento general, por lo que puede ser adaptada a tus necesidades. La mayoría de los expertos sugieren que tomes un día o dos de descanso para permitir que el cuerpo se recupere en especial si tus rutinas superan los 30 minutos.

Actívate sin hacer ejercicio formal

No importa el poco tiempo libre que tengas, aún en tu misma oficina puedes adoptar algunas prácticas que te ayudarán a cumplir tu cuota diaria y además, te ayudarán a sentirte mejor, a despejarte un instante, llenar de oxigeno tus células y limpiar tus pulmones.

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En muchos casos, nuestra agenda es bastante ajustada, pero podemos cambiar ciertos hábitos para incluir un poco de ejercicio en nuestras vidas, aun si no tenemos el tiempo necesario o las ganas de ir una hora al día a un gimnasio. Aquí te dejamos algunas sugerencias para activarte sin necesidad de hacer ejercicio de manera formal:

  • Dejar tu auto unas cuadras o bajarte del camión una estación antes para que puedas llegar a la oficina montado en una bicicleta o caminando.
  • Evita tomar el ascensor y trata de subir por las escaleras, al menos en un par de pisos si es que son muchos.
  • Intenta ir caminando a la mayoría de los lugares en lugar de subirte al coche o al transporte público.
  • Aleja el teléfono de tu escritorio para que tengas que ponerte de pie para tomar la llamada.
  • Si tu llamada es por celular pasea mientras hablas por teléfono.
  • Busca cualquier pretexto para salir a caminar después de comer.
  • Si vas en coche al supermercado, trata de estacionarlo lejos de la puerta para ayudarte a caminar un poco más.
  • Escoge un día, aunque sea en fin de semana, y sal a jugar con tus hijos, pasea al perro, platica con un amigo o llama a tus padres. Incluso un paseo por los centros comerciales también puede ser opción.
  • Realizar tres pausas activas de 10 minutos en el trabajo para estirar los músculos y el cuerpo entero, o caminar por la oficina.

Es indispensable mantener el cuerpo ejercitado para que no envejezca tan rápido y pueda funcionar mejor. Pequeños cambios como estos pueden ayudar a la circulación y disminuir los efectos negativos del sedentarismo.

Recuerda complementar tu actividad física con una alimentación saludable, baja en calorías, libre de azúcar, libre de gluten y con productos de origen natural. No dejes de consultar a tu médico ante cualquier cambio.