Estado de México, agosto de 2025.- De acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), en México alrededor de 50 millones de personas no tienen acceso a servicios de salud, lo cual representa al 39.1% de la población.
Algunas de las regiones más afectadas por esta estadística son las poblaciones rurales del Estado de México. Por ello, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días realizó una donación al Hospital Mazahua, a través de la organización Centros de Orientación Familiar y Salud I.A.P. (COFAS), con el objetivo de mejorar la capacidad de atención médica y de brindar un servicio de salud oportuno a miles de personas en situación vulnerable.
Gracias a esta colaboración, el hospital contará con tres nuevos equipos esenciales para su laboratorio clínico, incluyendo un analizador químico para análisis bioquímicos en suero, plasma, orina y otros fluidos biológicos; un analizador de gases en sangre; y un analizador de electrolitos. Estos dispositivos ayudarán a realizar diagnósticos más rápidos, beneficiando especialmente a pacientes con enfermedades crónicas, mujeres embarazadas, niños con desnutrición y familias de bajos recursos.
El proyecto, que será implementado por COFAS en el hospital, también tiene como finalidad reducir los diagnósticos imprecisos o los costos inaccesibles para gran parte de la población en la región. El plan de integración incluye:
- Entrega, instalación y validación de funcionamiento de los nuevos equipos.
- Capacitación técnica y clínica para el personal médico.
- Implementación de un modelo de sostenibilidad con cuotas de recuperación accesibles.
- Mantenimiento preventivo y correctivo continuo del equipo.
Los equipos permitirán hacer más de 30 mil estudios por año, beneficiando con diagnósticos médicos oportunos a alrededor de 6,300 pacientes al año en los municipios de San Felipe del Progreso, Ixtlahuaca, San José del Rincón, Villa Victoria y Almoloya de Juárez.
“Estos equipos son verdaderas herramientas de transformación”, subrayó Raymundo García, director del Hospital y representante de COFAS. “Gracias a esta ayuda vamos a multiplicar nuestra capacidad de diagnóstico, acortar los tiempos de espera, mejorar la precisión de nuestras decisiones clínicas y sobre todo atender con mayor dignidad a las personas que más lo necesitan”.
El obispo Daniel Campos, del Barrio Atlacomulco, en representación de la Iglesia de Jesucristo, mencionó, “Creemos que todas las personas deben tener acceso a recursos y servicios esenciales que les permitan un desarrollo integral, lo cual incluye la atención médica oportuna y de calidad para las comunidades que más lo necesitan”.