Fondo busca apoyar movimientos sociales como la violencia de género fortaleciendo campañas de derechos humanos


Con la pandemia, las problemáticas sociales como violencia de género,
desigualdad económica, pobreza y brecha tecnológica se agudizan, y quienes trabajan para revertirlas requieren de mayor atención y ayuda.
● Para poder dar respuesta a estas problemáticas, Pulsante, una alianza entre Luminate, Fundación Avina y Open Society Foundations, otorga recursos a campañas de respuesta rápida para coaliciones o grupos de organizaciones, y a colectivos de la sociedad civil organizada de México, Argentina, Colombia y Brasil, entre otros.
● Algunas de las cifras que muestran la necesidad de acción urgente, son las de violencia contra la mujer: en el primer semestre de 2020 hubo en promedio 11.2 mujeres asesinadas por día en el país.
Ciudad de México 30 de septiembre de 2020.- Con la pandemia, las
desigualdades sociales y económicas del país se agudizaron. Las problemáticas como la violencia de género hasta la pobreza, la brecha digital, el analfabetismo y hasta desapariciones de personas son hoy, más que nunca, asuntos que ponen en jaque las democracias de nuestra región.
Pulsante invertirá tres millones de dólares para ampliar el espacio cívico en América Latina mediante tres tipos de apoyo: un Fondo de Respuesta Rápida (FRR), apoyo a organizaciones de empoderamiento cívico, y apoyo a movimientos sociales. Así, quienes trabajen en sus países para fortalecer la democracia y la defensa de los derechos humanos podrán recibir fondos y apoyo técnico (capacitaciones y mentorías) para expandir su impacto social.
Respecto a la pobreza, un estudio elaborado en julio pasado por expertos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), reveló que la pandemia provocó que entre 13 y 16 millones de personas cayeran en situación de pobreza extrema, sumadas a los 22 millones que ya tenían esa dificultad y no podían cubrir una canasta básica. Esto se generó por la pérdida de empleos y el cierre de negocios por medidas de distanciamiento social para evitar contagios, entre otros factores.
Esto significa que si en febrero de 2020 -antes de que el coronavirus se convirtiera en una emergencia sanitaria en México- había 22 millones de habitantes en pobreza extrema en el territorio nacional, tres meses después, en mayo, son ya entre 28 y 32 millones los que sufren de esa problemática.