Ernesto Piedras
La suma de esfuerzos de individuos, hogares, empresas y
gobierno está haciendo frente a los impactos provocados por el
COVID-19 en todos los ámbitos, económico, social, sanitario, entre otros, con contribuciones categóricas y fundamentales para reducir sus
estragos.

En este sentido, en días recientes, fue dado a conocer por parte de los operadores de telecomunicaciones fijas, junto con el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), un acuerdo que busca evitar desconexiones de población de escasos recursos, como consecuencia del escenario
económico negativo derivado de la crisis de la salud pública.
(Disponible en bit.ly/2XWTsYD)

Iniciativas como esta han tenido lugar en distintos países y buscan
brindar alternativas de conexión a los hogares en México,
especialmente a los más vulnerables económicamente.

Redes Fijas en Apoyo de los Mexicanos. De acuerdo con lo
señalado por el Instituto del Derecho de las Telecomunicaciones (IDET), los operadores que participan en esta iniciativa ante la contingencia
para apoyar a los mexicanos proveen servicios a 98% de los hogares
con acceso a internet fijo del país. Esto representa un esfuerzo
conjunto extraordinario de apoyo a la población para que continúe
comunicada, conectada, informada y entretenida. (Disponible en
 bit.ly/3eIoN7c)

También pone de manifiesto la suficiencia en capacidad, baja latencia y robustez del despliegue de las redes fijas, como consecuencia del
intensivo ejercicio de recursos de inversión en infraestructura desde
hace más de una década por parte de estos operadores, especialmente aquellos cableros.

Inversiones Intensivas para el Beneficio Social. De acuerdo con
las estadísticas más recientes publicadas por el IFT, la inversión
acumulada dedicada al despliegue y desarrollo de redes de
telecomunicaciones ascendió a $386.5 mil millones de pesos en el último lustro registrado, esto es, entre 2013 – 2018.

En esta cifra agregada, destaca el dinamismo del cuantioso monto
ejercido por los cableros al registrar un coeficiente de crecimiento
acumulado de 60.7%, superior a la trayectoria de inversiones de los
operadores móviles (tradicionales y virtuales/OMV) y aquellos fijos,
cuya evolución en números registró 38.9% y -67.1%, respectivamente.

Este ejercicio abundante de inversiones ha abonado a consolidar la
robustez de las redes fijas, a dar soporte al creciente tráfico que
experimentan, y en estos días, también habilita la continuidad en la
provisión de los servicios en situaciones de emergencia, en beneficio
especialmente de los hogares en la base de la pirámide social.

De esta forma, se constituye una vía de apoyo a esta situación de
crisis, en la que, en coordinación con el IFT, se busca mitigar los
impactos económicos negativos para los hogares más desfavorecidos.

La consigna constitucional de garantizar el derecho universal de
acceso a la conectividad es también un mandato que buscan cumplir
los operadores. Por ello tiene lugar esta iniciativa, a la vez que se da
continuidad a las inversiones en el despliegue y desarrollo de redes.

Con todo, se evidencia que la promoción de la competencia efectiva y
la generación de incentivos a la inversión en infraestructura son
necesarias para garantizar el continuo acceso y mejora en la calidad de los servicios fijos.

Pero adicionalmente, se requiere contar con estos para hacer llegar la conectividad a todos los rincones del país, erradicar el déficit de
infraestructura que aún padecemos, y hacer extensible el acceso al
cúmulo de aplicaciones de productividad, comunicación, educación y
entretenimiento que habilita Internet, pero para todos los mexicanos.