EL NACIMIENTO DE UN CHAMPAGNE ROSADO COMO EL DE NINGÚN OTRO

En la década de 1970, Rémi y Henri Krug, la quinta generación de la familia Krug, fueron los sucesores de su padre al quedar al frente de la Maison Krug. Mientras viajaban para reunirse con los amantes de Krug en todo el mundo, se enfrentaron a la pregunta «¿Por qué Krug no crea un Champagne rosado?

Si Krug fuera a crear un champagne rosado, sería algo increíblemente innovador y diferente «.

Esto sembró la semilla de una idea que llegó a lograrse en un día cálido de verano durante la cosecha de 1976, cuando Henri le dijo a su hermano «¿qué opinas de que hagamos un champagne rosado?»

La calidad de uvas que hubo ese año hizo que esta cosecha fuera posible.

«Nuestro champagne rosado tenía que ser muy elegante y muy distinguido – muy Krug. Lo que era importante sobre todo eran las opciones en cuanto a la nariz y al paladar – el color vendría como consecuencia de estos», recuerda Rémi. Después de una serie de sesiones de degustación meticulosas – la primera mezcla de Krug Rosé fue decidida y presentada al mundo en 1983 «.

En ese momento, no estábamos conscientes de ello, pero cuando pienso en el fundador de la Maison, Joseph Krug, un visionario no conformista que iba más allá de todos los límites conocidos de la creación del champagne para realizar su sueño, me parece que mi hermano y yo estábamos impulsados por el mismo deseo de hacer algo extraordinario y crear un champagne rosado que fuera diferente a cualquier otro. ”

UN CHAMPAGNE QUE NACE PARA TENER AVENTURAS GASTRONÓMICAS

Desde sus primeros días, Krug Rosé ha inspirado a grandes chefs de todo el mundo para crear una variedad de deliciosos platillos gastronómicos. Combinando amplitud, profundidad y gracia, Krug Rosé baila un tango perfecto con sabrosos platos de todo tipo, reemplazando un gran vino tinto en la mesa con brio.

Krug Rosé se puede disfrutar con foie gras, cordero, carne roja, carne blanca, venado, anchoas o incluso platos con especias. Krug Rosé no se recomienda para los postres, a menos que no sean dulces en lo absoluto. Inesperadamente, se acompaña mejor con platos con mucho sabor.

Otro testimonio extraordinario y sin embargo espontáneo vino de Madonna cuando anunció en Twitter que su placer culpable eran papas fritas y Krug Rose, aunque creo que nosotros no debemos de sentirnos culpables cuando se trata de tomar Krug Rosé