En banca y fintech, la primera gran fuga ocurre antes del primer depósito: el alta del cliente. Formularios KYC y KYB extensos, capturas de documento y selfie, validaciones de identidad, comprobantes de domicilio, preguntas de elegibilidad, consentimientos y, a veces, enlaces que obligan a saltar entre apps. El resultado es conocido en los equipos de adquisición de usuarios: tasas de abandono que pueden rozar 8 de cada 10 prospectos. En ese punto crítico, David Salinas propone mover el proceso al único lugar donde el usuario ya está y sí responde: la conversación.
David Salinas, emprendedor colombiano basado en CDMX y Líder de Producto con más de ocho años de experiencia en tecnología y en IA aplicada al comercio conversacional, ha construido flujos usados por Walmart, Cencosud y Rappi en cinco países además de México. Tras aprender en la trinchera —desde la orquestación de pedidos en tiempo real para más de 100 mil repartidores en Rappi hasta la integración de WhatsApp con ERP/CRM para retailers regionales en Zubale— hoy encabeza Zendly, una plataforma global de agentes de inteligencia artificial que permite registrar, verificar y activar usuarios directamente por WhatsApp o iMessage, sin romper el hilo.
El problema que Zendly ataca no es solo de experiencia de usuario, sino de conversión y cumplimiento. En un portal tradicional, cada campo extra y cada redirección agregan fricción; en chat, los agentes guían paso a paso: piden DNI o cédula, verifican selfie contra documento, validan listas y buró, recaban consentimientos, actualizan datos y escriben en los sistemas internos. Todo sin sacar al usuario de la conversación. “El onboarding debe ocurrir donde ya está el usuario. Si lo obligas a salir del chat, pierdes el momento de intención. Con Zendly, la conversación no se rompe y la verificación sucede en el mismo hilo”, dice Salinas.
Para México, la historia tiene un acento propio. La adopción masiva de canales móviles y el peso del chat en la vida cotidiana hacen del onboarding conversacional un paso lógico para bancos y fintechs locales. Equipos que hoy lidian con formularios que se quiebran en el celular o con usuarios que no vuelven al link pueden, en cambio, completar el proceso en el mismo chat donde preguntan y resuelven dudas. Empresas como Ontop en Estados Unidos y Addi y Littio en Latinoamérica ya utilizan estos flujos para recuperar leads y simplificar la activación.
La propuesta de valor de Zendly se resume en dos líneas: activar y verificar en el canal donde ocurre la vida digital y hacerlo con reglas, métricas y cumplimiento. “La conversación es la nueva interfaz de los servicios financieros”, afirma Salinas. “Si conviertes el chat en un flujo auditable —con identificación, documentos, validaciones y consentimiento— no solo vendes más rápido; reduces riesgo operativo y le devuelves tiempo al usuario.”
Para Zendly, el siguiente movimiento apunta a escalar en México y Colombia con integraciones aceleradas y casos de uso que van desde la apertura de una cuenta en un e-commerce o el origen de un crédito para entidades financieras, hasta la actualización periódica de datos y el cross-sell regulado, todo sin salir del chat. La visión a tres–cinco años es clara: un estándar global donde el onboarding conversacional sea la norma y no la excepción; donde los formularios tradicionales dejen de expulsar a los clientes y la verificación completa suceda, de manera simple y humana, en el mismo hilo donde comenzó la relación.
