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| Ciudad de México, noviembre 2025. – En el mes en que México conmemora el aniversario de la Revolución, vale la pena recordar que la historia del país también se escribe con sonidos. Uno de los más entrañables es el del organillo, un instrumento que, durante más de un siglo, ha acompañado las calles, las plazas y los desfiles, convirtiéndose en parte del paisaje sonoro del México que cobró nueva vida tras aquel movimiento social. Antes de que existieran bocinas portátiles o playlists digitales, el organillo marcaba el ritmo de la vida urbana. Su sonido melancólico, profundo y reconocible acompañó serenatas, ferias y celebraciones populares, evocando las emociones de una nación que se reconstruía y redefinía su identidad en las primeras décadas del siglo XX. Aunque su origen técnico se remonta a Alemania a finales del siglo XIX, fue en México donde el organillo encontró un hogar permanente y un nuevo significado. Con el paso del tiempo, sus melodías se llenaron de corridos y canciones populares como La Adelita o La Valentina, piezas que reflejaron el espíritu de una época marcada por la búsqueda de libertad, esperanza y comunidad. En aquellos años, el oficio del organillero se volvió parte del paisaje del México que comenzaba a levantarse. Con su característico uniforme beige y gorra de capitán —una vestimenta que recuerda a las milicias revolucionarias—, los organilleros recorrían las calles llevando música a todos los rincones, transformando la rutina urbana en un acto cotidiano de alegría y memoria. |
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| Hoy, esa herencia vuelve a resonar en Odisea México, la experiencia inmersiva ubicada en Plaza Carso, donde un organillo auténtico recibe a los visitantes en la sala Coyoacán, un espacio dedicado a la esencia cultural y artística del emblemático barrio. Allí, los asistentes pueden escuchar su sonido en manos de un organillero, observar su delicado mecanismo y, si lo desean, girar la manivela para experimentar cómo se genera su peculiar música. La presencia del organillo en Odisea México rinde homenaje a un símbolo de identidad urbana y celebra el valor de las tradiciones que siguen dando ritmo a la vida del país. En el marco del aniversario de la Revolución Mexicana, este instrumento recuerda que la historia no solo se cuenta: también se escucha. Acerca este oficio centenario a nuevas generaciones y mantiene vivo un sonido que marcó la vida del México posrevolucionario que hoy forma parte del patrimonio cultural sonoro del país. Los visitantes pueden recorrer las 25 salas de Odisea México de lunes a domingo, de 10:00 a 18:00 horas. Con motivo del Buen Fin, los boletos estarán disponibles a $199.00 en compra en línea, del 13 al 17 de noviembre, con opción de visitar la experiencia entre el 14 y el 30 de noviembre. |



