Reconstrucción mamaria: sanar el cuerpo y el alma después del cáncer de mama

El Dr. David De Rungs, especialista en cirugía plástica, estética y reconstructiva, habla sobre la importancia del acompañamiento médico y emocional después del proceso oncológico.

Cada octubre, el mundo se viste de rosa para crear conciencia sobre la detección temprana del cáncer de mama, una enfermedad que no distingue género ni edad. Aunque la mayoría de los casos se presentan en mujeres, también hay hombres que enfrentan este diagnóstico y comparten un mismo desafío: sanar el cuerpo y, al mismo tiempo, el alma.

Cuando el tratamiento oncológico concluye, comienza una etapa igualmente relevante: reconciliarse con el propio cuerpo. Muchas personas atraviesan ese proceso con miedo, dudas o tristeza al mirarse al espejo. Es entonces cuando el papel del cirujano plástico reconstructivo cobra una dimensión profundamente humana.

“La reconstrucción mamaria no es solo una cuestión estética. Es un paso hacia la recuperación de la identidad, de poder mirarse nuevamente y reconocerse después de todo lo vivido”, explica Dr. David De Rungs, especialista en cirugía plástica, estética y reconstructiva.

Gracias a los avances médicos, hoy existen técnicas más seguras, naturales y personalizadas que permiten reconstruir el busto con tejidos propios o mediante implantes diseñados específicamente para cada paciente. Sin embargo, el Dr. De Rungs subraya que el verdadero impacto va más allá del quirófano. “El procedimiento es solo una parte del proceso. Lo más importante es el acompañamiento, la empatía y el respeto por la historia de cada persona. Cada cicatriz cuenta una historia de valentía.”

El cáncer deja huellas visibles e invisibles. La cirugía plástica reconstructiva no borra el pasado, pero puede simbolizar un nuevo comienzo.

“No se trata de olvidar lo que se vivió, sino de transformar el dolor en fortaleza. La reconstrucción es una forma de cerrar un ciclo con dignidad y esperanza”, comparte el Dr. David De Rungs.

En este Mes Rosa, la invitación es clara: la detección temprana salva vidas, pero sanar con dignidad también transforma. Contar con un cirujano plástico certificado como el Dr. David De Rungs puede ser la clave para lograr una recuperación integral —del cuerpo, la mente y el espíritu—.