
CIUDAD DE MÉXICO. agosto de 2025.- En México, el robo de autopartes mantiene un alto nivel de incidencia en lo que va de 2025; a la par, las nuevas políticas arancelarias impuestas por Estados Unidos a insumos y refacciones están encareciendo las piezas del parque vehicular mexicano. Para Zurich México, este doble golpe genera un nuevo entorno de riesgo que debe atenderse con prevención, información y educación vial.
Durante el último año, se han registrado más de 4,816 reportes por robo de autopartes en el país, con una concentración relevante en la Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey, según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Entre los componentes más hurtados están los espejos laterales, faros LED, fascias y computadoras automotrices. Modelos como Nissan Versa, NP300, Chevrolet Aveo y tractocamiones Kenworth han sido los más afectados, según cifras de la AMIS.
Este tipo de delito representa un gasto inesperado para los automovilistas, debido al incremento de los costos de las reparaciones y los tiempos de atención.
A este escenario se suma el endurecimiento del comercio exterior. Estados Unidos ha reactivado aranceles de hasta 25% a autopartes e insumos provenientes de Asia, lo que afecta al mercado mexicano por la profunda integración de las cadenas de suministro en la región. La Industria Nacional de Autopartes (INA) indica que las piezas cruzan la frontera hasta 8 veces, lo que ante el escenario arancelario podría implicar aumentos considerables en los costos.
Por eso, para los conductores este doble impacto puede representar un golpe directo a sus finanzas. Frente a ese panorama, Zurich México subraya la importancia de adoptar medidas preventivas tanto físicas como financieras. Proteger al vehículo no solo implica buenas prácticas al volante, sino de una cultura de prevención y de una póliza acorde a los riesgos a los que se está expuesto.
- ¿Cómo prevenir el riesgo?
En primer lugar, se recomienda identificar el nivel de riesgo del vehículo. Si bien no hay modelo que quede exento de ser vulnerado; es importante conocer qué vehículos tienen mayor incidencia con el objetivo de incrementar las medidas de seguridad como el resguardo del auto en una pensión privada, la instalación de rastreadores y desde luego coberturas adicionales a la póliza de seguro contratada, que vayan acorde a las necesidades del usuario.
Con respecto a lo anterior, es clave saber que una cobertura amplia no siempre cubre todos los tipos de robo, y suponerlo sería un error. Es importante acercarse a un asesor especializado para preguntar por coberturas específicas que contemplen faros, rines, espejos y otros componentes.
También se recomienda revisar adecuadamente los ciclos de mantenimiento. Aunque pareciera que no hay relación alguna, el desgaste de bases, tornillos, empaques y puntos de anclaje de las autopartes cuando el mantenimiento no es periódico puede facilitar su extracción. Por ello, durante los servicios, hay que solicitar al mecánico que revise también el estado de fijaciones externas y proponga refuerzos si nota holguras o deterioro.
Finalmente, hay que evitar la compra de refacciones de origen dudoso. El principal objeto del robo es la demanda de piezas «económicas» en puntos de venta informales. Además, en casos de reparación y/o sustitución, el usuario debe exigir que las autopartes retiradas le sean devueltas para evitar su reventa.
El subsector de autopartes enfrenta un doble frente de presión: criminalidad local y tensiones comerciales internacionales. Para los conductores mexicanos, esto se traduce en un llamado urgente a informarse, prevenir y actuar con responsabilidad. En este entorno, la educación es tan valiosa como cualquier herramienta de seguridad.