Clientes contratantes deben dejar de exigir servicios de calidad a bajo costo
porque ello favorece la proliferación de compañías irregulares que pueden estar
vinculadas a la delincuencia, Gabriel Bernal, Presidente de la AMESP.
Ciudad de México, Mayo 16, 2024 — La proliferación de empresas de seguridad privada
clandestinas es un cáncer que ha hecho metástasis en toda América Latina, una región con
importantes vacíos de seguridad pública. La razón, en unos casos la sobreregulación sectorial,
y en otros la falta de legislaciones modernas que respondan a la sofisticada organización de
grupos criminales. Esa fue la conclusión de la primera jornada de trabajos del 17 Congreso
Panamericano de Seguridad Privada que se celebra en esta ciudad y concluirá mañana
viernes.
Para Gabriel Bernal Gómez, presidente de la Asociación Mexicana de Empresas de Seguridad
Privada (AMESP), “las entidades contratantes de servicios de vigilancia, protección y resguardo
deben dejar de exigir calidad y profesionalismo a bajo costo”. Ello, enfatizó, en un contexto de
creciente actividad delictiva como México, “crea un caldo de cultivo ideal para la proliferación
de compañías con bajos estándares de calidad y profesionalización, o incluso ilegales que
fácilmente podrían estar vinculadas a la delincuencia”.
Aseguró que en toda la región latinoamericana hay desafíos de capacitación, profesionalización
y transparencia. En México, acotó, “pugnamos por una regulación efectiva. Queremos que nos
regulen con cancha pareja para evitar la proliferación de empresas informales, las cuales
representan más del 80% de las empresas del sector”.
“Debemos dejar de pensar que el gobierno es el único responsable en la modernización de la
regulación. Las empresas que contratan seguridad privada deben entender que no puede tener
servicios de calidad con personal calificado pagando poco. Gobierno, empresas del sector y
clientes contratantes debemos jalar para el mismo lado con el fin de fortalecer un marco legal
justo, profesional y transparente. No es posible pagar menos y obtener servicios de calidad”.
Johan Fabricio Várgas Mejía, presidente de la Federación Centroamericana de Seguridad
Privada de Costa Rica (FEDECASP), en su oportunidad destacó la importancia de cerrar filas
como región latinoamericana para contrarrestar el fenómeno de expansión de empresas de
seguridad que no pagan impuestos, que contratan de forma informal, que cobran en efectivo, y
que no paga salarios dignos.“La importancia es superlativa porque delito que se comete en Centro América, mañana se va
a cometer en México y después en Estados Unidos. Por ello es urgente empezar a trabajar en
conjunto, intercambiar información y mostrar voluntad para empezar con el cambio que debilite
el mercado negro y se desarrollen normas internacionales laborales para fortalecer la
profesionalización de la industria”, destacó.
José Jacobson Neto, presidente de la Federación Panamericana de Seguridad Privada
(FEPASEP), comentó que “la clandestinidad en la industria de la seguridad privada es un
problema crónico” que ofrece servicios con elementos no registrados ante la autoridad y
reguladores. “Solo en Brasil, por cada vigilante registrado de manera formal hay 3 clandestinos.
Si consideramos los mercados de México, Colombia y Argentina esa proporción se quintuplica”.
Edgardo Frigo, presidente del Foro de Profesionales Latinoamericanos de Seguridad, por así
parte destacó que los organismos contratantes, incluidos los gobiernos, cuando contratan
seguridad privada por licitación se van primero por el precio y luego por oferta de valor de la
propuesta del prestador de servicios. “Es decir, se establece un contrato privado en el que el
consumidor tiene el derecho de contratar por precio, un nicho de oportunidad para empresas
que ofrecen baja calidad u operan en la ilegalidad”, explicó.
Al respecto, en el caso puntual del Estado México, Victor Aguilar, regulador de seguridad
privada en la entidad, aseguró que al detectar empresas que operan en el Edomex son
apercibidas y, en su caso, sancionadas junto con sus clientes contratantes. A diferencia de ello,
Gladys Margot García Godínez, reguladora sectorial en Jalisco, quien dijo que las compañías
irregulares o fuera del marco legal son sancionadas conforme a la ley. “No impactamos al
cliente porque es su derecho, máxime si el estado no puede atender la garantía de seguridad”,
concluyó.
La Amesp es la asociación de empresas de seguridad privada más grande del país. Nace el 25 de junio
de 2012 en un contexto en el que la seguridad fue un tema vital para nuestra nación. Surgen como
iniciativa de varios empresarios y ejecutivos de la seguridad privada que buscaban crear un foro para
compartir inquietudes y tomar decisiones en pro del crecimiento democrático de este ámbito.