“El 21 de abril de 2016 Osamu Masuko, CEO de Mitsubishi Motors, vino a solicitarme el apoyo de Nissan Motor Corporation para ayudar a la revitalización de su compañía, después de que ésta se vio envuelta en un escándalo debido a los reportes de eficiencia de combustible. Nissan y Mitsubishi ya se habían asociado anteriormente para el desarrollo de los minivehículos kei, así que yo conocía bien a la compañía. Claramente, formar una alianza resultaba lógico para ambas empresas, tanto en el aspecto estratégico como el financiero. Y teniendo el antecedente de Nissan, la cual había tenido sus propios desafíos, sabíamos que Mitsubishi Motors merecía una segunda oportunidad.
En mayo anunciamos nuestros planes para realizar el trato, finalmente completándose el 20 de octubre. Nissan se convirtió en el accionista más grande de Mitsubishi, y esta última se convirtió en un miembro de la Alianza Renault-Nissan. Con esta alianza extendida, nuestras ventas ahora alcanzan los 10 millones de vehículos al año, lo que nos coloca entre los tres grupos automotrices más grandes del mundo. Esta escala nos otorga una ventaja sobre la mayoría de los otros fabricantes de vehículos.
En diciembre pasado fui electo como el director del Consejo Directivo de Mitsubishi Motors. En esta posición seré responsable de brindar mi apoyo a Masuko-san y a Trevor Mann, quien vino de Nissan a Mitsubishi Motors para asumir el puesto de director general de Operaciones. Sin embargo, el destino de Mitsubishi Motors no sólo depende del sector que lidera la cabeza de la compañía, sino también del crecimiento de los líderes al interior de la compañía.
¿Cuáles son las características de un buen líder?
Antes que nada, un líder es aquel que pueda dar un excelente desempeño de forma sistemática, y también alguien con una amplia experiencia superando desafíos. Esto significa que a veces tenemos que decir lo que pensamos para identificar problemas o presentar opiniones controversiales. Por razones culturales, esto no siempre es fácil para los líderes japoneses, a quienes he motivado a decir lo que piensan cuando sea necesario, ya que esto es fundamental para entregar resultados.
En segundo lugar, un líder debe tener la habilidad de involucrarse con la gente. Cuando estás al frente de una compañía la gente tiene que tener una conexión contigo. Si observan que eres muy rígido o frío, o que no te entienden con facilidad, no van a escucharte, y se perderá una gran parte de su motivación y compromiso. En otras palabras, un líder debe tener la capacidad de ser empático.
En tercer lugar, un líder necesita tener inteligencia de la industria. Los vehículos eléctricos cero emisiones, los vehículos inteligentes, la tecnología de conducción autónoma, las regulaciones más estrictas y nuevos competidores están transformando enormemente el mercado automotriz. Si no tienes inteligencia relacionada con la industria, no importa qué tan empático seas, o el tipo de desempeño que puedas dar, vas a tener muchos problemas si no aprendes, entiendes y actúas constantemente.
No creo que nadie nazca siendo un buen líder. Los líderes se forman cuando son reconocidos por otras personas. Cuando vine a Japón en 1999, los empleados me veían con escepticismo. Pero trabajé duro para otorgar un excelente desempeño, establecer una conexión con la gente y siempre continuar construyendo mi inteligencia en la industria. Por medio de este proceso me he ganado la confianza de nuestros empleados, y juntos hemos logrado buenos resultados. Creo que Mitsubishi Motors puede hacer lo mismo.
Una mirada hacia el futuro
Me han hecho muchas preguntas acerca de mis planes después de Nissan Motor Corporation, y de si considero que la Alianza sobrevivirá después de mí. La respuesta a la segunda pregunta es que sí, indudablemente seguirá adelante.
En épocas pasadas, antes de que se formara la Alianza Renault-Nissan, nadie en la industria automotriz hubiera imaginado una asociación como esta. En ese tiempo, la única forma en la que dos compañías se podían unir era a través de fusiones o adquisiciones absolutas. La Alianza fue un sistema único que se inventó y se ha estado perfeccionando durante 18 años.
A lo largo del tiempo hemos demostrado que nuestro acercamiento es efectivo y que ha traído beneficios para ambas compañías. Hemos demostrado que muchas empresas pueden mantener sus respectivas identidades al tiempo que establecen una cooperación en áreas como compras y desarrollo tecnológico, además de que aprovechan una mayor escala combinada. La Alianza encontró una manera efectiva para que sus diferentes compañías pudieran crecer en una industria cada vez más competitiva.
Pero nadie puede predecir el futuro, por supuesto. Existe la posibilidad de que, algún día, la administración de Nissan, Renault y la Alianza se separe. El hecho de que, hasta el día de hoy, sea yo el que supervise las tres entidades, es porque eso es lo que ha funcionado mejor hasta el momento, pero no tendría por qué ser así para siempre. El consejo directivo de cada compañía es el que decidirá el futuro.
¿Qué es lo que haré a continuación? He considerado emprender diversas cosas, pero la vida tiene una forma de seguir una ruta propia que no es planeada. Espero pasar una gran cantidad de tiempo en compañía de mis hijos y nietos. Posiblemente imparta clases o algo que sea igualmente de naturaleza académica. También me interesa utilizar las lecciones que he aprendido a lo largo de mi amplia carrera en los negocios para apoyar a otras compañías, instituciones y organizaciones. Muchos me han preguntado a lo largo de los años, pero no he tenido el tiempo. Para mí, una fuente de vitalidad es seguir aprendiendo.
No me voy a establecer en un solo lugar, ya que estaré viajando alrededor del mundo. No puedo concebir mi vida pasando todo mi tiempo en solo un país, pues me siento más en casa cuando estoy trasladándome de un lugar a otro. Aún soy un creyente de la globalización y continuaré difundiendo sus beneficios.
A donde sea que me lleve el futuro sé que regresaré a Japón frecuentemente, y pienso en ello aún más. Este hermoso país ha moldeado quien soy ahora y es parte de mi identidad. No puedo enumerar todo lo que he aprendido aquí.
Me gustaría cerrar esta narración dándole gracias a Japón. Han pasado dieciocho años desde que vine a este país y nunca podré pagar de vuelta la deuda de gratitud que tengo con él, tanto por la forma en la que fui recibido como por la amabilidad que ha mostrado hacia mí. Las personas que he conocido aquí y la compañía que se me encomendó dirigir me transformaron para siempre. Gracias por darme la oportunidad de compartir mi historia contigo.”