Por Jaime Mendoza Waldo [metaslider id=10205]
Christophe Claret dedica una atención especial a la mujer. Presentado por vez primera en 2015, el reloj Marguerite reaparece en dos nuevas versiones de un tamaño más delicado, a la vez que conserva su hechizo mágico: la revelación de un mensaje secreto que se puede personalizar al gusto. Marguerite: claramente más pequeño, pero de una elegancia sensacional.
La marca Christophe Claret borbotea de creatividad sin cesar y ofrece una colección femenina que incorpora complicaciones exclusivamente dedicadas para la mujer. En 2014, la relojera basada en Le Locle presentó Margot, su primera pieza para mujer, que recibió el galardón High-Mech Watch en la categoría femenina en el Gran Premio de Relojería de Ginebra. Marguerite, poética y llevada por un singular sentido de la gracia y la ilusión, continúa de forma natural la saga iniciada por su «hermana mayor». Hay mil formas de amar y otras tantas formas de expresar el amor. Hay mil lenguajes distintos con los que homenajear al paso del tiempo y convertir cada momento en algo precioso y único para toda la eternidad… Para las mujeres, y solo para ellas, Christophe Claret ha elegido uno de esos lenguajes: el romanticismo.
Formato «mini», efecto máximo
En una época en que la gama de relojes de mujer se amplía sin cesar, aquellos tiempos en que las damas debían conformarse con relojes para hombre adaptados al gusto femenino parecen haber llegado a su fin. Hoy más que nunca, las mujeres aprecian la relojería de lujo, quedan fascinadas por las complicaciones y exigen el derecho a elegir artículos que merezcan la pena. Los grandes diámetros de moda durante los últimos años en el mundo de la relojería femenina están despejando el camino a tallas más pequeñas.
En Christophe Claret somos plenamente conscientes de que los tiempos cambian y de que, con ellos, también evolucionan las tendencias. Es por esto que hemos decidido reducir el tamaño de la silueta original del reloj Marguerite, de modo que su diámetro ha pasado de 42,50 mm a 36,90 mm, sin perder un ápice de su refinamiento inherente y su singular naturaleza. Esta nueva joya de reloj está actualmente disponible en dos variantes: una está confeccionada en oro rojo 5N con diamantes en tono champán y correa de color berenjena, mientras que la otra es un modelo aún más precioso con diamantes y una flamante y llamativa correa roja.
Grácil, chic, de exquisito gusto y equilibrio armónico, Marguerite es un vívido ejemplo de que la elegancia no guarda relación con el tamaño de la caja.
Cuando el encanto efímero evoca la elegancia atemporal
En el corazón de esta fábula relojera, dos gráciles mariposas con Super-LumiNova® revolotean alrededor de una margarita. La más oscura, que representa a la mujer, se encuentra posada sobre un pétalo de margarita que gira cada hora, mientras que la más clara, que simboliza el hombre, marca los minutos. Delicadamente posada sobre la punta de un tallo fijado al precioso pistilo, aletea literalmente alrededor de la esfera de nácar blanco.
Un mensaje secreto personalizado
El encantamiento visual no acaba aquí. El Marguerite, el reloj más romántico, transforma la pasión amorosa en la esencia de las fantasías íntimas. Además de los números árabes en las 3, las 6 y las 9 h, la esfera cuenta con una segunda indicación. Al presionar una vez el pulsador en las 2 h, los números desaparecen para mostrar la frase: «I LOVE YOU». Este mensaje puede personalizarse: el reloj puede mostrar cualquier mensaje solicitado por el cliente, en el idioma de su elección, con limitación del número de caracteres. Para desarrollar este juego de ilusiones ópticas, Christophe Claret se inspiró en el conocido juego de magia en el que una carta desaparece y aparece otra en su lugar, truco que nunca antes había sido incorporado en un reloj. El cambio entre ambas esferas se logra mediante la superposición de dos discos: el disco superior de zafiro transparente metalizado con mosaico de cuadrados transparentes gira sobre el disco inferior fijo de nácar revestido con otro mosaico barnizado y tampografiado con el texto y los números. Al soltar el pulsador, vuelve a aparecer al instante la visualización de la hora.
La mayor dificultad para el equipo de Christophe Claret radicó en asegurar la visibilidad del mensaje a pesar de la reducción del diámetro, sin descuidar la estética agradable.
Poesía en cada detalle
Puesto que Christophe Claret destaca en el arte de la mecánica, el reloj Marguerite va equipado con un movimiento de cuerda automática de la manufactura cuyo barrilete doble garantiza una impresionante reserva de marcha de 72 horas. El fondo de caja de zafiro ofrece la oportunidad de admirar la masa oscilante del movimiento, esculpida como una margarita y con ocho piedras preciosas engastadas (4 rubíes y 4 esmeraldas). A voluntad, el propietario puede deleitarse con el juego del «Me quiere… no me quiere», la versión inglesa simplificada de la acción de ir arrancando los pétalos de una margarita, distracción típicamente femenina inventada en la Edad Media. Para jugar, el reloj debe dejarse en posición horizontal, acompañándolo de uno o dos movimientos ondulantes. La masa oscilante gira durante unos segundos antes de quedarse inmóvil. La gema más cercana al corazón lacado en rojo brinda la respuesta: una esmeralda con la indicación «sí» o un rubí con la indicación «no» en el centro.
Gran entusiasta de los detalles, Christophe Claret incluye un sinfín de referencias a la delicadeza de la margarita. En el centro de la masa oscilante, un elemento en forma de flor diamantado y con satinado circular sirve para ocultar el mecanismo de rodamiento de bolas. Este motivo se repite en la corona de adorno con motivo acanalado similar a un pétalo y en los tornillos en forma de flor que sujetan la correa.
Más que nunca, el Marguerite se consolida como un símbolo vívido del juego romántico del amor y la oportunidad. Un reloj para amar apasionadamente en todas sus versiones: en color berenjena con engastes en «champán» o completamente rojo; cada edición está limitada a 30 piezas. Con este modelo, Christophe Claret convierte a cada dama en una mujer única, con una elegancia sensacional.