Justo cuando pensabas que ya nada podía sorprenderte, Aston Martin decide crear su propio submarino y hacer que comiences a sacar cuentas para calcular cuánto tiempo (y cuántos órganos tendrías que vender en el mercado negro) te tardarías en poder pagar uno.
Aston Martin tiene algunos de los coches más icónicos del mundo, y no solo porque son los favoritos de James Bond. La compañía lleva lo que parece ser una eternidad siendo un referente en el mundo del diseño automotriz y desafiando las leyes de la física con propuestas que combinan elegancia y potencia y que prueban que la funcionalidad y el estilo no están peleados, pero también es una compañía comprometida con la innovación y las nuevas tecnologías y crear coches bonitos no es su único interés.
Cuando ya tienes una enorme colección de coches increíbles en tu colección, el siguiente paso es buscar algo nuevo y para Aston Martin eso significó sumergirse en las profundidades del mar y dejar en vergüenza al submarino amarillo del que cantaban los Beatles.
Aston Martin y Triton Submarines se alejaron del concepto clásico del submarino, el que todos conocemos gracias a las películas de guerra y que no es nada atractivo, y crearon un prototipo para un vehículo futurista subacuático en el que caben hasta tres personas. Marek Reichman, director creativo de Aston Martin, comentó que la elegancia define a Project Neptune y que le dieron el mismo enfoque (en cuanto a diseño y construcción) que a los coches más emblemáticos de la marca.
Aston Martin y Triton han mantenido la mayoría de los detalles en secreto para no arruinar la sorpresa, pero por lo que se puede ver es lo que le faltaba a Bond en su colección para enfurecer todavía más a los villanos que se atreven a retarlo.
El proyecto esta apenas en la etapa de desarrollo, así que es un buen momento para empezar a ahorrar, planear el robo de un banco o comprar todos los boletos de la lotería para estar listo para su lanzamiento.