Recordando el día en que el “Balloon Venus” de Jeff Koons se convirtió en un estuche de Dom Pérignon
Desde su origen, el ideal de Dom Pérignon se renueva sin cesar, y está en el corazón del trabajo del chef de cave: Richard Geoffroy. En su tradicional colaboración creativa, Dom Pérignon se ha asociado con los principales artistas de diferentes campos creativos para dar nuevas interpretaciones a una época en particular.
Ahora celebramos que se cumplen tres años del increíble resultado artístico que logró Dom Pérignon de la mano de Jeff Koons. Hace tres veranos, el champagne más lujoso del mundo se unió con el artista americano más icónico y crearon un estuche de champagne representando una versión reducida de la tan famosa Venus de los Globos.
En el espíritu de atreverse al poder de la creación que guió Dom Pierre Pérignon para elaborar su vino, Dom Pérignon atrae espíritus creativos afines al mundo del arte, diseño y artes escénicas.
Jeff Koons ha adaptado para esta ocasión tan especial su escultura Balloon Venus -la Venus de los Globos-, su versión kitsch de la más conocida de las venus paleolíticas, la llamada Venus de Willendorf, estatuilla de curvas femeninas descubierta en 1908 a orillas del Danubio. Esta escultura fue ideada por Koons para su colección Antiquity, que reinventa y homenajea diversos motivos de la Historia del Arte a través de su particular -y criticado por muchos- prisma creativo.
Mucho más pequeña que el original de Koons, la Venus de los Globos se convierte en un peculiar estuche de curvas fucsias y reflectantes que atesora en su interior una botella de Dom Pérignon Rosé Vintage 2003, un exclusivo champagne que en palabras de Richard Geoffroy, el chef de cave del a Maison es “tan audaz, provocativo… con tanto cuerpo, intensidad y sensualidad como podría ser”.
Una vez más, la prestigiosa Maison de champagne recurre a un colaborador de lujo para vestir, como nunca, su Dom Pérignon Rosé Vintage 2003, al carismático y polémico artista estadounidense Jeff Koons.
Una admiración mutua anima las colaboraciones de Dom Pérignon de una manera natural y auténtica, basada en los valores compartidos de la belleza, integridad y excelencia. Los resultados: siempre impresionantes y significativos.